Estamos a una semana del cambio de hora. El frío ya se ha empezado a notar. Agradezco las treguas que el sol nos ha dados estos últimos días, pero tenemos que hacernos ya a la idea de que el invierno ha llegado. Empezamos una nueva etapa en la que los días se acaban antes… la luz solar me refiero. Pero esta realidad marca de forma importante el ritmo de vida en nuestras parroquias de Lugo. Es algo a lo que nunca me acostumbro, pero lo tengo asumido.
Estos días estoy repasando mapas y rutas de la zona de O Páramo, para organizar lo que va a se mi vida en los próximos años. Tengo de recorrer 6 parroquias de este municipio y ya tengo que tener en cuenta esta realidad de los días más cortos. También me han alertado de las horas que son sagradas: las 20h. es una de ellas, la hora de ordeño. Tengo que organizar actos antes o después.
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